Personas con discapacidad en televisión

La inclusión de personas con discapacidad en algunos programas “exitosos” de televisión se constituye en un motivo para el análisis y la reflexión.

La participación de una joven con Síndrome de Down y de un hombre al que le falta una de sus piernas en Showmatch, más el ingreso de una chica con disminución visual en el reality La voz Argentina, son un disparador para analizar qué lugar tienen las personas con discapacidad en la TV, como se las presenta, bajo qué conceptos y representaciones.

Si bien es cierto que la mayoría de los espacios sociales y culturales otorga pocas oportunidades a las personas con discapacidad, si bien es verdad que no es fácil para quienes tenemos alguna discapacidad acceder a determinados espacios, la televisión no es el entorno más adecuado para favorecer la inclusión y la igualdad de oportunidades que las personas con discapacidad necesitamos.

Es más, los medios de comunicación en general y la televisión en particular contribuyen más que a integrar a discriminar, en cuanto construyen y promueven imágenes distorsionadas, poco adecuadas a la realidad y esteriotipadas de la discapacidad.

Más que probado está que incluir a personas con discapacidad en ciertos programas sensacionalistas es sinónimo de mayor rating: pues mostrar en cámara a una persona ciega, con una parte de su cuerpo amputada o con síndrome de Down despierta en los televidentes, determinadas emociones y actitudes que llevan a incrementar los niveles de audiencia.

Que una persona con discapacidad pueda bailar, cantar, escribir, dibujar o practicar algún deporte es para los medios solo un frívolo espectáculo, provocador de la lástima, la piedad, la falsa simpatía e inclusive muchas veces la risa y la burla de los demás.

Así también, se acentúa una actitud compasiva, paternalista y sobre-protectora hacia las personas con discapacidad (“pobrecitos”). Esta actitud niega la condición de sujeto que tiene derecho a tener la mayor autonomía posible, a recibir el mismo trato respetuoso y ser reconocido/a en sus derechos, cualesquiera sean sus cualidades.

Es así que la TV está lejos de ser la panacea y de contribuir a resolver las problemáticas de las personas con discapacidad y propiciar la verdadera inclusión, integración e igualdad de oportunidades y trato igualitario que las personas con discapacidad requerimos.